domingo, 24 de abril de 2011

Orar...

Cierto día, corriendo apresuradamente camino al trabajo, olvidé mi billetera donde, como es costumbre, suelo guardar mi carnet de ingreso al instituto, si no llevo, si no lo tengo en mano es de fácil suponer que mi día resultaria difícil; porque es redifícil comprobar la permanencia, el día entero en mis labores si antes no deslizo perfectamente por la ranura del marcador mi presencia en el sistema. No se que hacer, lo olvide, no opté por desesperar, camine tranquilo, inspiré profundo, lleve mis manos a la cara y sentí  calor, compre una botella de agua, bebí calmado, camine recordando una vieja canción que habla de amor, recorde el beso sabor a fresa que me dió el ser aquel que conocí el verano pasado; percibí el olor del mar cercano, cerré los ojos, breve momento , al abrirlos observe apasionado el deslizar de un caracol cerca al charco en el jardín...
Saludé a un desconocido, sonreí discretamente, avanzo y atiendo el sonido del ave extraña que agita cerca al parque, camino, mis manos balancean de un lado a otro, el calor del piso se siente, sudo y no me incomoda, de pronto corro, el bus que me lleva al final del camino se va, logro subir, el amable chofer sonríe conmigo, un niño me cede el asiento, no puedo ser descortéz, abro la ventana, percibo el aire fresco todo el camino, agito mis manos, cierro los ojos, reclino mi nuca en la parte posterior de asiento.
Llego al trabajo, saludo a todos, camino de un lado a otro, ofresco cuidados y atenciones, doce horas sostenidas, mis pensamientos ubicados en lo alto, todo transita, todo avanza, nada se queda... termino la jornada camino a casa la charla amable con mi discreta amiga, bajo del bus, transito el mismo parque, me ducho, ceno, bebo agua, cepillo mis dientes, arropo mi cama, tiendo el cuerpo y sonrío agradecido, un sueño profundo, un sueño profundo, sueño profundo del que mañana sí... quiero despertar.

"Quien intenta ganar la Vida... la pierde". Jesus.

jueves, 31 de marzo de 2011

Que bien te ves... esta noche.

Había hecho un pequeño nido en la cima del árbol viejo,
tenía unas garras filudas, lucia tenebrosa,
un pico color amarillo intenso,
ojos tan grandes como la luna,
de aspecto mosntruoso.
De niño había oído inumerables historias del ave rapáz mas extraña jamás vista;
contaba mi abuela que solía salir en la noches a cazar animales pequeños,
de plumaje blanco,  alas enormes,
pienso que de no haber sido humano, ubiera querido aquella ave.
No recuerdo su nombre,  ojos amarillos como el sol,
aun viven en mi memoría su valentía, sus sentidos o quizá y mas que nada su aspecto, intimidaba su aspecto.

No era bueno salir de noche por el bosque allá en el sur,
muchos decían que no respetaba edades ni menos tamaños, estar cerca al nido hacia agitr sus alas,
muchas veces vi a mi padre sagrar por la heridas de esta mosntruosa ave.
Cierto día cortando frutos, trepado en el árbol que tanto ame de niño,
 tope con ser, no pude evitar llorar, me observo, protegio su nido y de pronto cayó sin control,
allí herida, en el suelo sospechozo polluelo frágil... me aproxime, la toqué, no agito sus alas,
no intento atacar... herida.

Tengo un aspecto rudo, la piel casi blanca, bronceada por el sol de verano, ataco si me atacan, protejo lo mío y no declino hasta obtener mi propósito. El amor se me va de las manos, mi lado rapáz intenta poseer y controlar mi alma, estoy como herido, aleteando en el suelo, mis ojos no cesan de llorar y mis ganas no emprendem vuelo, necesito de ti, de tus cuidados, que me digas que aún me amas, que me digas que no te asusta mis zonas monstruozas, que toques sin miedo mi corazón salvaje, que si rozas mis alas sientas que soy un polluelo salido del huevo.
No me patees, no me quites del camino, esta noche se hace fria si no me cuidas, no sé que sentir si ando herido, he sangrado tanto en tus manos puedo sentir el alivio a mi imagen tenebrosa.
Si intentas: soy tuyo.
Aquella tarde tus besos limaron mis garras, no he podido dormir si no estas tú en mi nido, quiero que esta noche volemos juntos, que la luna dibuje nuestras figuras en la tierra, que no amanesca, sé mi complice y mi amigo, entre los arbustos de la cima del cerro, ocultemos nuestra felicidad, que cada noche, una y mil noches duermas conmigo en lo alto del ficus viejo. Perdona si hice sangrar tu corazón de niño, estoy asustado, recogeme del suelo, cura mis alas, sólo asi sabré que me amas, sólo así creeré que de verdad tu me amas.

martes, 1 de marzo de 2011

Má...

Mañana emprenderé el regreso a casa, no se cuantas veces me fuí y regresé. Mis recuerdos son claros, soy de los que nunca olvidan y me detengo aún cuando camino por lugares poblados como si el tiempo se detuviera, anclo recuerdos en lugares que nunca mas veré, sensaciones que ya no tendré pero que me esfuerzo siempre por percibir tan solo un poquito de las cosas que viví cuando niño.
Aún las viejos sarmientos de uva negra existen en el patio de mi casa, aún lloro al verlos y mis sentimientos se hacen intensos cuando veo los retazos del viejo sudario del madero que existió desde antes de mi existencia. Logro recordar con detallada nostalgia la vieja piscina en la que mis hermanas mis primos y yo solíamos nadar todo el largo verano allá en el sur.
Si deseo respirar aire puro y paz completa, solo debo caminar descalzo por el viejo huerto que tantas veces me hizo feliz, y cuando no tenía dinero los frutos que ya no existen me dejaban la panza llena y satisfecha.
Deseo que mi madre me levante todos los sábados a las seis de la mañana y me ofrezca la leche caliente y los panes con mantequilla que tantas veces comí y bebí viendo Snoopy, deseo salir corriendo detrás de mi padre cuando montaba su bicicleta roja, larga y vieja y marchaba presuroso con lagrimas en los ojos y yo corriendo afligido por que no verlo me resultaba doloroso a mis 5 años, verlo perderse entre las viejas acacias que teñían el largo camino con flores violetas los días de primavera.
Al llegar a casa también, deseo salir corriendo y perderme en las dunas extrañas y fabulosas que aún existen hacia el oeste de casa, y subir a la mas alta cumbre para ver el bellísimo ocaso y sonreír extasiado mirando al cielo o si así fuera el caso encontrarme con ese viejo amor y tener el sexo furtivo mas exquisito entre la arena fulgurante, ser feliz y correr sin sentido.
Busco incasablemente en mi memoria mis días felices, las raíces de mis locas ideas y personalidad extraña, en esta loca ciudad se me pierde la identidad de ser la persona que fui, y que horas mas tarde recuperare y seré nuevamente feliz. Si antes dudé en volver ahora pretendo volver siempre, volver y existir las veces que sean necesarias, esta noche dormiré feliz y y estoy seguro que despertare ansioso, como no podría ser de otro modo, mi camino y el regreso a casa…

lunes, 28 de febrero de 2011

Asuntos Personales...


Ríos de Amor

"Hay un túnel que lleva a los ríos de Amor, sus costados te harán sangrar hasta que estés blanco como una paloma, no te molestes en traer todo el equipaje al que te aferras, el portero te liberará de el antes que entres... "

Diciembre 17: Un día simple, medio tibio, un poco de aire cálido proveniente del mar que esta a solo 2 cuadras de mi departamento. Cerca a la botica, de la cual es dueña una viejecita bastante buena que me orienta sobre las pastillas adecuadas para la gripe fatal que me agrede los primeros días, inicios del verano; como era costumbre luego de terminar oyendo entusiasmado los cuentos de su infancia la viejecita gira y atiende al muchacho con sonrisa encantadora que se acerco por una botella de agua. Él es bastante cortés, tiene como veintialgo, me sonríe y comenta que el clima esta estupendo, yo que ando destilando cantidades enormes de agua por la nariz muy avergonzado le respondo asintiendo con la que cabeza, que sí.
No recuerdo la charla que nos unió esa tarde, es decir, nos unió en una conversación muy divertida, pero si recuerdo su sonrisa encantadora, y es que realmente ¡lo es!; tiempo después coincidimos un par de veces en el supermercado, el ama los colores chillones en sus polos que su madre le compra, sutilmente volteo y me digo a mi mismo que le quedan pésimos, pero se hacen fantásticamente brillantes cuando su amplia sonrisa lo convierte en un mágico arco iris. Aquella vez en el súper nos buscamos mutuamente, lo noté por las tantas veces que coincidíamos al comprar algunas cosas, esta vez yo le sonrío y le digo que: "el día esta fantástico" y así, el también lo cree.
Camino a casa me comenta sobre su linda enamorada con la que ya llevan algunos años, supongo que es linda, porque él también lo es, me dice que ella será la madre de su hijo, yo le digo que por que tener solo un hijo, que debería tener dos, y ¡es más! que uno debería llamarse como yo, por que mi nombre no es común y es fuerte y que eso lo haría un niño fuerte; el ríe, dice que dos es mucho, que uno come bastante, caga bastante y que imagine ¡si fueran dos!, esa tarde reímos mucho...
Cerca de la navidad coincidimos en el café de cerca a casa, a mi no me gusta el café, pero esa tarde amarga me impulsó no se como a beber ese horrible trago que mis amigas toman con tanto ímpetu. Él estaba allí, sentado y comiendo galletitas con pasas y un café raro como su sonrisa, me acerqué, pedí permiso para hacerle compañía y asintió, conversamos mucho, de mi trabajo, mis amarguras, mis días grises y negros, de lo mal que me pudo ir si seguía en el error de la tarde amarga, y es que tiene una facilidad para aliviarme el alma, el café no me supo tan amargo, el día amargo termino dulce y mágico como su sonrisa...
Los días cercanos a las celebraciones por fin de año llegaban, yo pensaba viajar lo mas lejos que podía, detesto los cohetecillos, los abrazos fingidos, las copas sonando, la tonta idea de vestir algo amarillo, las cábalas unas mas ridículas que otras, armo mi equipaje y casi listo y medio feliz recibo la llamada del chico con la sonrisa encantadora, suena asustado, triste y preocupado, pide verme y conversar, no tengo ningún reparo, lo invito a casa, pasados casi 25 minutos esta en medio de la pista yo desde mi amplia ventana puedo notar su mágica sonrisa casi apagada, entra y platicamos. Resulta que su linda chica le había ocasionado una peleilla tonta y el estaba fastidiado, no era (honestamente hablando) un tema importante, así que luego de disipar sus preocupaciones y dolor leve reímos un rato.
Me pregunta si me iré, le respondo que sí, me dice si está interrumpiendo y robándome el tiempo, yo le digo que no es así; me sonríe y yo soy feliz, me dice si puede quedarse un rato mas conmigo, yo le digo que si, él revisa mis historia musical en la pc y pone una cursi canción, yo soy feliz, explora y yo sigo armando maletas, de pronto se detiene mi respiración, percibo su aliento quemándome la nuca, volteo asustado y rosa mis labios con los suyos, yo no sé que hacer, mi mente esta en blanco y lo estoy besando, me abraza, yo me asusto, minutos incontables...

La puerta, entrada de mi departamento es gris, el piso es claro, el mármol luce pálido en el verano, en invierno las paredes congelan y hacen tiritar de frío, puedo ver el atardecer rosado cada tarde, sea verano, sea invierno, al despertar las aves del parque cantan suave, mi conciencia esta libre si camino descalso las tardes en el parque de la vuelta, juego con los perros de los vecinos, el gato que visita mi patio me hace feliz. Deje mis maletas por él, no fui de viaje pero mis pensamientos viajaban y volaban como las gaviotas que acechan la orilla del mar, me siento tan extraño y sumergido, mis sentimientos fuyen en un río , entiendo los días y las canciones con melodías extrañas, mi equipaje lo dejé en un rincón de mi habitación, no fui rehén del tiempo, libre ingresé a ríos de amor...


"...por cuanto tiempo has esperado? por cuanto... ¿hasta que te ahogues?"

Dos semanas no lo vi, cuando el sol en la capital ya comienza a ahogar yo me siento feliz, puedo usar ropa corta y casi caminar (si deseo) descalzo por las calles, no uso interiores y siempre llevo puesta una ropa de baño, busco huir de manera loca a la playa cercana, y tenderme fascinado sobre la arena blanca boca abajo respirando lento y feliz.
Llegando a casa el chico de sonrisa amplia me espera, a mi me sorprende su actitud, luce emocionado al verme, sube a mi cuarto, se tiende en mi cama y me espera desnudo, yo no tengo ganas de abrazarlo, mi piel esta sensible, tengo demasiado calor, pero su insistencia me domina y pierdo conciencia de mi cordura, me besa como nunca, me pregunta que tal pase el día en la playa, le digo que bien, que los días del verano me tienen loco, el sonríe y es feliz. Le cuento que me gustaría llevarlo a una playa lejana, un lugar al sur de la capital, he ido de niño cada año y la deslumbrante playita es extraordinariamente hermosa, el se emociona y dice que irá conmigo, y yo me siento feliz. Nos quedamos dormidos...
Pasaron casi 3 horas, mi piel luce zanahoria con la luz del sol brillando y terminado de quemar lo blanco que pude quedar el está en pie y me mira, de rodillas toma mis manos y su sonrisa no es la misma, me dice que su chica volvió con el, que me ama, que me quiere mucho, que le gusto pero que tiene miedo y debe alejarse, yo no sé que decir, me comenta que una tarde conoció un chico lindo de cerca a casa y que vivió el sexo casual con el, que es un niño hermoso. Yo no entiendo, le digo que no entiendo, el me dice que si entiendo…

Hace años viaje con mi hermana a una playa horrible allá en el sur, estábamos con mis primos y las olas estaba feas, terribles, mi hermana siempre fue valiente, y así como a mi me vuelven loco las olas, ella sin chistar decidió sumergirse en lo profundo, de pronto no la vi, de pronto la vi y gritaba, de pronto no la vi, las olas la atraparon, yo estaba desesperado, no sabía que hacer, sabía nadar perfectamente pero mi mente naufrago; de pronto en mi interior una voz grito y rompió mi quietud, fui corriendo tratando de alcanzarla nade una ola, otra ola, mil olas, mi cuerpo daba vueltas, sumergido en el fondo del mar no sabia donde era arriba, cual era abajo, lloraba, no podía respirar, la misma voz que rompió mi quietud me lanzo a la superficie, tome a mi hermana de la mano y llorando caímos tendidos en la arena... aquel día odie el mar, lo odie mucho, pero no me ahogué.

Y dice: “Yo no puedo querer a nadie, tengo pensado volver con mi chica, y seguir viendo a otros chicos, no entiendo mi vida y mientras la entienda quiero ver a otros chicos, yo no estoy preparado para querer a alguien, como te estoy queriendo a ti, no quiero verte seguido, quiero verte tiempo después, yo no puedo amar a un chico, quiero tener mis hijos y ser feliz...”. Camina, se viste, se sienta al borde de la cama, toma sus sienes y respira profundo, se levanta da vueltas como aquella olas que no me dejaban ver la luz, así lo siento. Se sienta, bebe agua, toma su cintura, no sonríe, camina, se calza, se viste el polo, me dice que se va, abre la puerta, la cierra, se sienta, yo tendido en la cama, se tiende encima mío toma mi labios, me besa apasionadamente y me dice: "me gustas y te quiero mucho", sigue dando vueltas, no ve la luz.


"...buscando ese único amor, ese que soñamos, ese que pueda estar contigo cada día..."

Mi vida tiene un sendero, entiendo mis pensamientos, mis sueños son frescos y firmes, sé lo que quiero y tengo claro lo que no quiero, ni malo, ni bueno, esto es correcto, esto no lo es.
El día que dejé de verlo, me dijo que mi vida estaba hecha, la suya no, que mis sueños eran claros, los suyos no, no se cuanto de esto es verdad, si no lo es.
Cuando estuve a punto de morir atrapado en las olas, mi interior me salvo, pude entender el valor de las lagrimas y de la compañía humana, del amor y la fuerza, nunca más apague mi voz, por eso ahora, muy pocas cosas me ahogan, sueño con un chico libre, de sonrisa amplia, único, talentoso, pacífico y humano. Cada día y cada tarde, tengo la certeza que el amor es único, como único soy yo, no puedo morir ahogado sin darle pelea al mar, como no podría morir de amor sin darle pelea y oír mi voz interior.

Abro la puerta, el se toma la cabeza no me mira a los ojos, busca el sendero que lo lleva a la Vida, sale y respira, me mira, se que me quiere pero no lo puede entender, quiere besarme y da vueltas, gira, se ahoga, yo sonrío, lo veo con ternura y comprensión, se va, regresa, va y regresa, me mira, se va, luego regresa, corre y se va...

"La oscuridad se corrige, es fácil sonreír al final... y todo se reduce a... dejarlo todo atrás".

Rivers Of Love - Sarah Mclanchlan de LAWS OF ILLUSION