miércoles, 22 de abril de 2009

Corazón de Rana


Retorna inevitablemente a mi memoria los días de la infancia, cuando fui feliz, cuando no lo fui...


Al salir de la escuela, los días al término del verano aún eran calurosos en la tierra donde nací, así que la mirada al pozo del lado y los deseo de sumergirme en él eran también inevitables...

Al lado, muy cerca y desde que tengo recuerdo veo aquel pozo pequeño, sin forma, feo y lleno de insectos inimaginables, vive aún en mi memoria las frases que solía decirle a mi madre cuando no encontraba pretexto para ir a jugar en el: "Estoy en el 'pocelito' mamá...".


Cierto día, cuando terminaba la tarde, sentado a la orilla de aquel lugar escuche un croar extraño y feo, muy rudo, tosco muy tosco, muy asustado corrí en busca de mi hermana mayor, ella es valiente me dije, y no me equivoqué, llevándome de la mano fuimos en busca del origen de aquel sonido y fue cuando entonces emocionado, muy perturbado vi la rana mas grande, mas fea y mas gorda que en mi vida había visto, mi hermana la tomó de la panza y la inmensa rana no hacia ningún esfuerzo por alejarse, se dejo atrapar.


No recuerdo que sucedió luego, hago el esfuerzo por saber que paso después, lo cierto es que aquella impresión aun habita en mi memoria, cuando converso con mi hermana luego de muchisimos años ella me confiesa que la dejo ir, y que la rana nos miraba fijamente no sabemos si triste, no sabemos si también impresionada, no sabemos si feliz...


Dicen que la vida muestra escenas del pasado, y el pasado es lo que somos, pienso que aún ahora sigo impresionado por ese ser vivo muy particular y que cada ser vivo en particular siempre me impresionará, en estas paginas escribiré las emociones que me producen los lugares, cosas, frases, canciones, personas, momentos... quedarán fijamos (ojala que por muchos años) porque me impresionan y por que deseo confesarles que aún quedan trozos del niño que fui y aun cuando viajo a la tierra donde nací deseo con toda mi alma que aun exista aquel 'pocelito', confesarles que aún sigo sintiéndome el niño aquel que al término de la tarde corría a sentarse junto al pozo fantaseando poder respirar dentro del agua, el niño aquel que veía caer el sol grande y naranja pintando el cielo también del naranja mas extraño y jamás visto, que sigo siendo el niño aquel que pudo oír por primera vez el croar de una rana y no ocultar que aun también deseo encontrarme con esa rana gorda y fea confesarle también que tengo: ... el "Corazón de una Rana".

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